Cada mujer, a lo largo de su vida fértil, utiliza muchísimas toallas higiénicas. Para hacer un cálculo mínimo, calculemos que por cada una, se usan por lo menos 10 toallas por mes, al cabo del año son 120, al cabo de 30 años nos da  3600 toallas. Si este número lo multiplicamos por la población mundial, es realmente una cifra exorbitante. Todo este desecho va a parar a los vertederos.  La copa ecológica, es un invento revolucionario, y llegó para quedarse. Cada vez son más las mujeres que se animan a utilizarla. No solo es un beneficio económico para el bolsillo de las usuarias, sino que en lo ambiental también es importante, porque disminuye enormemente, los volúmenes de residuos que ingresan a vertedero. También tienen un beneficio práctico, porque permite ir a la playa, sin ningún problema, y a diferencia de los tampones, no tienen el piolín que se puede correr, y ver.

La copa menstrual, es un buen sustituto. Ya que cada copa, dura aproximadamente entre 5 y 10 años. Se lavan y se vuelven a colocar en el momento. Al cabo de esos años, sólo se tira una copita de silicona. "El planeta, lo va a agracecer "!!